GEORGE H.W.BUSH, EL PRESIDENTE DE LA GUERRA DEL GOLFO VENCIDO POR LA ECONOMÍA
EFE
Washington
Piloto de guerra, embajador en la ONU,
congresista, director de la CIA, vicepresidente y presidente: George H.W. Bush
lo fue casi todo, pero pasó a la historia como un presidente de un solo mandato
al que la popularidad por la guerra del Golfo no le bastó para sobrevivir al
declive económico.
A "Bush padre", como se le
llamó popularmente tras la elección de su hijo George como presidente en el
2000, se le recuerda como un republicano moderado que supo ganarse el respeto
de ambos partidos pese a gobernar solo cuatro años.
La débil economía nacional puso fin a
una presidencia definida por la política exterior: la caída del muro de Berlín,
la reunificación alemana, la invasión de Panamá, la guerra del Golfo, la disolución
de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría.
En 1991 firmó con el entonces líder
soviético, Mijaíl Gorbachov, el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas para
limitar el número de misiles nucleares.
Pero fue su liderazgo en la guerra del Golfo
(1990-1991), logrando la salida de Irak de Kuwait con las mínimas víctimas
estadounidenses, lo que le convirtió en el presidente más popular hasta
entonces, con un 89 % de aprobación.
Bush organizó una coalición militar de
más de 30 países contra la invasión del dictador iraquí Sadam Husein de Kuwait
en agosto de 1990 y logró la liberación del pequeño país petrolero con cinco
semanas de ofensiva aérea y 100 horas de combate terrestre.
Otra de sus grandes operaciones en el
extranjero fue la invasión de Panamá en diciembre de 1989, con la captura del
dictador Manuel Antonio Noriega, requerido por la justicia de Estados Unidos
por narcotráfico.
La popularidad que se labró entre los
estadounidenses con sus victorias en política exterior quedó minada por la recesión
económica, que le obligó a romper su gran promesa electoral de no subir los
impuestos.
La célebre frase "Lee mis labios,
no nuevos impuestos", emblema de su discurso de aceptación como nominado
republicano en 1988, le persiguió después en la campaña por la reelección de
1992, cuando sus oponentes la usaron como ejemplo de sus promesas incumplidas.
Además, su negativa a ampliar las ayudas
al desempleo por miedo a incrementar el déficit hizo que se le acusara de falta
de empatía con los más afectados por la crisis económica.
A esa percepción contribuyeron sus
orígenes privilegiados en el seno de una adinerada familia de Nueva Inglaterra,
hijo de Prescott Bush, un gran banquero de Wall Street que después fue senador
en el Congreso federal.
Así, pese a la popularidad sin
precedentes que le dieron sus triunfos militares y diplomáticos, Bush perdió
frente al entonces gobernador demócrata de Arkansas, Bill Clinton, las
elecciones de 1992, incapaz de sobrevivir al descontento social por la crisis
económica y el aumento de la violencia en las áreas pobres de los centros
urbanos.
Ocho años después, su hijo mayor, George
W. Bush, sucedería a Clinton en la Casa Blanca, un camino que intentó seguir en
las elecciones de 2016, sin éxito, su segundo vástago y exgobernador de Florida
(1999-2007), Jeb Bush, quien tuvo que retirarse muy pronto de las primarias
republicanas ante su escaso apoyo popular.
Aunque siguieron sus pasos en la
política, ninguno de sus hijos ha logrado igualar su vasta trayectoria:
congresista, embajador ante la ONU, presidente del Comité Nacional Republicano,
jefe de la oficina de enlace con China, director de la CIA, vicepresidente de
Ronald Reagan (1981-1989) y presidente (1989-1993).
George Herbert Walker Bush (Milton,
Massachusetts, 1924) mostró madera de líder desde muy joven: fue presidente de
su clase, capitán del equipo de balonmano y miembro de asociaciones exclusivas
durante sus años en el elitista internado de Phillips Academy.
A los 18 años, aplazó el ingreso en la
Universidad Yale -donde se graduaría años más tarde como economista- para
entrar en la Armada como el piloto más joven hasta esa fecha y combatir en la
Segunda Guerra Mundial.
En 1944, su avión fue alcanzado por
fuego japonés pero él continuó hacia su objetivo, una estación de radio, y lo
bombardeó con éxito antes de saltar en paracaídas y ser rescatado después por
un submarino estadounidense.
Un año después contrajo matrimonio con
Barbara Pierce, el amor de su vida, a la que había conocido en un baile de
Navidad y con la que estuvo casado durante 73 años, hasta la muerte de ella
hace casi ocho meses.
La pareja tuvo seis hijos -George,
Robin, Jeb, Neil, Marvin y Dorothy- pero sufrió la tragedia de la muerte de su
primera hija, Robin, por leucemia poco antes de su cuarto cumpleaños.
George H.W. Bush, que sufría un tipo de
parkinson que le impedía caminar, falleció hoy a los 94 años después de haber
sido ingresado en los últimos tiempos varias veces por problemas respiratorios
y también por una fractura cervical.
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