: LOS POBRES ENFERMOS ENTRE LUCAS Y JUAN MEJÍA
Por
el pastor Fermín Brito
Cuando
a un dominicano se le pregunta qué hay nuevo?, o ¿cómo estás?, éste, queriendo
explicar que está entre bien y mal, o más o menos, responde con un refrán:
"entre Lucas y Juan Mejía".
¿De
dónde proviene ese dicho tan popular?
En
el Seybo hay dos parajes, separados por un arroyo, que responden a los nombres
de Lucas y Juan Mejía. En su obra "Cuentos y Cosas de mi Tierra", del
escritor santíagués José Ulises Franco, brinda esta interesante anécdota acerca
del origen del popular refrán:
"Las
dos secciones de los pintorescos lugares de Lucas y Juan Mejía están divididas
por un estrecho arroyo de tan poca anchura, que cualquier persona puede saltar
de un lado a otro sin grandes dificultades. En cierta ocasión, siendo Alcalde
Pedáneo de la sección de Lucas el nombrado Vale Juan Mendoza, éste, deseando
celebrar la fiesta de su cumpleaños se dió un "jumo" que lo puso más
alegre que la fiesta de navidad, metiéndosele entre la cabeza la idea de saltar
sobre el arroyo de una sección a otra
-¡Agora
estoy en Juan Mejía!
-¡Agora
estoy en Lucas!
-¡Agora
estoy en Juan Mejía!
-¡Agora
estoy en Lucas!
Y
cada brinquito que daba se da un trago, riéndose a carcajadas en medio del gran
alborozo de numerosos curiosos que aclamaban desde la orilla opuesta del
arroyo, pero al dar un salto tuvo la mala suerte de caer al agua, lo que dió
lugar a que los curiosos se burlaran gritándole:
-
Y agora donde está Vale Juan?
Vale
Juan respondió muy ceremoniosamente:
-
Agora?..... Agora estoy entre Lucas y Juan Mejía... "
He
transcribido esta parte de esta obra para señalar que así se encuentra en estos
momentos la población más vulnerables de la República Dominicana, cuando hablo
de vulnerables me estoy refiriendo a la población qué más necesita la
protección. Me refiero a los pobres enfermos que abarrotan día y noche los
hospitales públicos de nuestro país.
La
insensibilidad tanto del gobierno como de la clase médica Dominicana mantiene a
los más vulnerables de la sociedad en una situación muy peligrosa.
Ni
el gobierno ni mucho menos los médicos se deciden a resolver el problema y se
mantienen en una disputa que los únicos perjudicados son los pobres enfermos
que visitan los hospitales públicos.
No
sabemos Cuántas personas ya han muerto por la falta de atención médica. Es
lógico entender que el gobierno ni la asociación médica Dominicana estén
dispuestos a ofrecer una cifra exacta de cuantas personas han fallecido en su
casa o en los mismos hospitales por la falta de atención medica.
Conocemos
la necesidad de los galenos de un aumento y de mejores condiciones laborales.
Sus reclamos son más que justo y toda la población está en acuerdo de que se le
debe dar a los médicos un mejor trato. Es injusto que un funcionario del estado
que en algunos casos no es ni siquiera profesional, ganes muchísimo más que un
médico que ha dedicado toda su vida estudiando para salvar vidas.
No
es justo que mientras que un profesional de la salud trabaja noche y día, una
persona por el simple hecho de que su partido político está en el poder, ganes
el doble y a veces hasta triple o cuatriplicado más que el profesional de
la salud.
Lo
que estoy escribiendo es lo que la población dominicana conoce y está 100% de
acuerdo.
Ahora
bien, Los profesionales de la salud tienen todas las razones del mundo para
hacer sus reclamaciones y sus demandas. Sin embargo lo que la población nunca
logrará entender es el método de reclamo utilizados por los médicos.
Se
supone que ellos son hombres y mujeres que han visto más que nadie, el
dolor, la tristeza, la amargura, la desesperación, el llanto, el luto de la
población mayoritaria que visita esos hospitales. Se supone que ellos son la
parte más sensible de la población Dominicana porque ellos día tras días han
visto personas enfermas personas que mueren, y han visto personas desesperadas,
angustiadas, llorando y gritando al ver a un ser querido muriendo cuando
ya la enfermedad no tiene cura.
La
pregunta que el pueblo dominicano se hace:
Cómo
es posible que la asociación médica dominicana mantenga en zozobra a la pobre
población enferma con grandes necesidades de atenciones médicas para
mantenerse una lucha desigual con la clase gobernante insensible, indolente y
cruel?
Sabemos
que lo político no le importa más que su dinero. No le interesa más que
mantenerse en el poder e imponer su voluntad. Pero la clase médica de continuar
con este método de lucha le hace más daño a la población pobre que los
insensibles políticos.
No
sabemos en qué va a parar esta situación. Mientras que el gobierno no da su
brazo a torcer los médicos se mantienen en la posición de no atender a la pobre
población que visita los hospitales. Mientras que esta guerra entre el colegio
médico dominicano y el gobierno se mantenga, la población enferma se mantendrá
como en el refrán, entre Lucas y Juan Mejía y esto no es lo mejor para el
pueblo dominicano.
Quiera
Dios que llegue la prudencia tanto en el colegio médico dominicano como en el
gobierno central y la población dominicana no sigas sufriendo por causa de esta
lucha médica que aunque es justa se convierte en una lucha injusta cuando los
métodos que se están usando no son lo más adecuado y lo más beneficiosos para
los hombres y mujeres niños y ancianos que visitan los hospitales públicos
porque no tienen recurso ni siquiera para pagar sus pasajes de ida y vuelta.


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